No a la Exploración y Perforación Offshore en Mar Argentino

No a la Exploración y Perforación Offshore en Mar Argentino

#SalvemosLaFranciscana  El delfín franciscana es un pequeño delfín costero característico de la región costera bonaerense. Pese a que se trata de una de las especies de mamíferos marinos más comunes de nuestra costa, es casi desconocida para el público en general. Esto se debe a que la franciscana es uno de los cetáceos más pequeños del mundo (rara vez supera los 150 cm de longitud total), presenta una aleta dorsal y aletas pectorales redondeadas y su coloración es pardo-grisácea, lo que le permite pasar desapercibida en aguas con cierta turbidez como las de la costa bonaerense.

Tanto a escala regional como a nivel nacional se ha reconocido a la franciscana como una especie con serios problemas de conservación: es el cetáceo con mayor riesgo de extinción de la región.

#NoExploraciónPetroleraOffshore #NoPlataformasOffshore En Octubre de 2019, la Secretaría de Energía de la Nación, otorgó  permisos a compañías petroleras,  para la exploración de hidrocarburos en el mar argentino, en áreas con una superficie total de 27.803,51 km2. Parte de los trabajos se realizarían a pocos km del Puerto de Mar del Plata.

El relevamiento sísmico se puede utilizar durante varias etapas del proceso de exploración de petróleo y gas. Las pruebas sísmicas las realiza un buque que remolca una serie de tubos de aire comprimido e implican disparar explosiones de hasta 254 decibeles desde cáñones de sonido hacia el fondo del mar. El sonido se refleja desde el fondo hasta los sensores de superficie y los datos recopilados se utilizan para generar un mapa del área.

Podés comparar esas explosiones a 254 db, con los 60 decibeles de intensidad sonora de una conversación normal entre las personas. A los 195 dB se te romperán los  tímpanos y  a los 202 dB te morís.

La energía sonora de las pruebas sísmicas es potencialmente dañina para muchas especies marinas. Los posibles impactos a los mamíferos marinos expuestos a estos sonidos incluyen daños permanentes como pérdida de audición, desorientación o hemorragia cerebral.

La experiencia en la Argentina es que tras esto mapeos se reduce notablemente la presencia de peces en la zona y por consiguiente los desembarcos pesqueros, tal como fue el caso en de 2009 en el Golfo San Jorge donde la pesca local se vio expuesta a 16 meses de penurias tras los relevamientos de Pan American Energy

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